Nos encantan las mentiras si están dichas de verdad

      Creo que el Partido Popular entendió mal eso que es desde las instituciones desde donde se transforman las realidades, porque desde que Rajoy ha llegado a la presidencia hemos recibido mensajes que se han contradicho siempre con la realidad. Ya no es sólo eso de que Bárcenas en 2009 fuera un mártir del Partido Popular, a principios de 2013 ni le conocieran, y ahora sea un delincuente en connivencia con la oposición. Es que cuando la ministra de empleo ve brotes verdes, y salimos a la calle, nos encontramos en un desierto.

      Anteayer ponía la tele, y cambié los dibujos de mi hermana para poner el telediario de TVE1, nuestra televisión imparcial (en principio) y pública (en principio). Cuando algo tiene una cualidad sólo en principio se da la situación en la cual, sólo lo es en teoría, y no en la práctica. Como decía, ponía el telediario, y la primera noticia que vi, es que el PIB subía, que nuestra economía se recuperaba, y que se empezaba a crear empleo. ¡Qué raro! Raro, lo digo, porque cada vez conozco más casos de afectados por la reforma laboral. Gente a la que echan de su trabajo, o gente con un ERE y un futuro incierto, o gente a la que le rebajan el sueldo a la mitad sin previo aviso, por cierto, este año la cifra de mujeres en el paro multiplica por cuatro la de los hombres. ¡Qué raro! Y lo digo, porque aunque sube el PIB, las economías familiares siguen estancadas, y lo sabéis tan bien como yo, que cada vez tenemos que "economizar" más para llegar a fin del mes. Por eso, imparcialidad, en principio.

      Pública, en principio, sí. Ayer veía la tele y entre dos anuncios de su programación, apareció un anuncio de una empresa de electrodomésticos. ¿Qué? Pues exacto. Es una tontería, pero es desde luego un precedente, una muestra más de que el Partido Popular quiere poner todos los servicios públicos orientados a la recaudación. Recordemos: privatización de la gestión de la sanidad en Madrid; copago en la sanidad en Euskadi; las tasas judiciales; privatización de las fiestas de San Mateo en Oviedo; impuesto para aquellas personas que quieran producir su propia energía (¿Impuesto sobre el sol?); las misteriosas reválidas de la LOMCE, que aún no sabemos de quién dependerán; y un largo etcétera.

      Seamos justos, es cierto que nuestro sistema público tiene un problema de ingresos, pero habría que pensar que igual esta no es la mejor manera de financiarlo. Habría que pensar, que la privatización de parte de un servicio público para mejorar su "competitividad", su "calidad" o su "rentabilidad", puede ser simplemente un precedente. Van dilatando el esfínter, van comprobando cuanto entra, pero siempre forzarán. ¿Duele? Claro, pero más va a doler.

      Amigos y amigas, dejemos claro que hay cosas que no tienen precio, y que no han de medirse por su rentabilidad, y que el Estado de Bienestar no está en venta.