lunes, 30 de junio de 2014

¿Por qué voy con Madina?

No sé dibujar como Alfonso Zapico, y tampoco soy un prodigio escribiendo, pero creo que es necesario que las personas que creemos en algo, lo intentemos difundir por cuantos medios tengamos a nuestra disposición. Hoy hago un poder, e intento reflejar con la torpeza que me caracteriza, por qué apoyo la candidatura de Edu Madina para ser Secretario General del Partido Socialista Obrero Español.

Compañeros y compañeras... estamos aquí reunidos para decir lo que es obvio, para repetir lo que una y otra vez se nos ha dicho, pero nuca quisimos escuchar, porque puede que los latigazos nos taparan los oídos. El PSOE necesita un cambio porque España lo necesita. Llamémoslo X, o "Shock de modernidad", pero llamémoslo y tengámoslo siempre en la cabeza. ¿Por qué tiene que cambiar el PSOE? Porque el PSOE tiene que cambiar España. No por otra cosa, no porque el PSOE... no, no. Por España, por los españoles y las españolas. Concretamente por las personas que peor lo pasamos, por las clases más humildes.

Atendiendo a las circunstancias del hecho y del autor, sabiendo que lo hemos hecho mal, y que de mal fuimos a fatal, no dejemos que nuestras casas del pueblo queden decoradas con repeticiones incesantes del palabro "REDRUM" por nuestras paredes, porque no se trata de volvernos locos, ni de disparar al aire. Es mucho más simple, se trata de conectar. ¿Cómo plantearemos propuestas valientes y concretas para solucionar problemas graves de la sociedad? Conectando. Y para conectar, y recuperar la confianza de las personas a las que hace 3 años dimos la espalda, necesitamos a alguien concienciado de que lo que necesitamos no es más penitencia, ni caminar a la deriva por el desierto, ni más referencias bíblicas, porque os diré que si el final de Moisés es no entrar en la Tierra Prometida, oye, Rubalcaba se acaba de ir a la Complu, y nadie sabe si ha hablado con una zarza en llamas, pero de algún sitio tuvo que sacar el texto de la Conferencia Política, ¿no? Vuelvo a lo mío, alguien que conecte. Y para conectar, en política se necesita cierta identificación... si queremos que la política atraiga a los jóvenes, la mejor solución no será que el representante o la representante del PSOE parezca un general retirado que acaba de pasar la polio, querremos a alguien joven, pero sobretodo joven de espíritu, esto es: capaz de hacer política joven y refrescante que dé un vuelco a las maneras tradicionales de ejercer nuestra tan loable, y tan desacreditada, actividad de representación pública.

Madina pasa con satisfacción la primera prueba, que es la de las primeras impresiones, la que entra por los ojos, pero que es, desgraciadamente, una de las más importantes a la hora de esquivar con la soltura requerida unas barreras comunicativas que bloquean nuestro discurso antes de llegar a su destinatario. No nos pueden ofrecer ninguna confianza si no escuchan nuestras ideas traducidas en propuestas, pero la culpa de que no las oigan no es más que nuestra. Para eso necesitamos a un candidato que entre por los ojos, pero no sólo vale con eso, evidentemente.

En estos momentos, lo que el PSOE necesita es alguien capaz de entender la trayectoria del PSOE en términos históricos. Necesitamos a alguien que pueda poner en valor los principios con los que un señor muy humilde y trabajador, hace ya más de 135 años, empezó a combatir las ideas reaccionarias de su tiempo, pero que lo pueda hacer sin desdeñar tampoco lo que recientemente hemos sido, lo que hasta hace nada también nos definía, y a la vez, saber que nuestra historia no puede avalarnos por siempre, y que nadie esperará eternamente la respuesta de quienes deben responder, no sin decepcionarse. Mirar atrás no nos puede servir para llorar nuestros pecados, ni para recrearnos en nuestros logros, sólo nos puede servir para aprender de los primeros, y nunca repetirlos, y motivarnos con los segundos, para seguir trabajando con las ideas de justicia, igualdad y solidaridad que los inspiraron.

Consigamos que el PSOE vuelva a ser ese instrumento útil para la canalización de voluntades colectivas en pos de una auténtica transformación de la sociedad, con el fin de instaurar un proyecto socialdemócrata en nuestro Estado. Para eso es necesario articular procesos que faciliten que las demandas de la sociedad asciendan con fluidez desde las bases hasta los órganos de decisión, y para ello habrá que reducir también la distancia existente entre unos y otros, ¿cómo? Implantando un sistema por el cual los elegidos tengan la obligación de rendir cuentas a los electores. Los militantes y las militantes merecemos saber qué pasa, y por qué se toman las decisiones que se toman. Transparencia y comunicación son elementos necesarios para que exista una auténtica relación de confianza entre la Secretaría General y la militancia. 

Un PSOE fuerte que no quede anulado cuando mande a una persona a presidir el Gobierno. Una de las razones por las que el PSOE tiene que instrumentar esos cambios orgánicos de democratización de las estructuras, es para que ejerza de garante y protector de los compromisos que el Gobierno adquiera con la sociedad a través del programa electoral. El Partido tiene que ser capaz de rectificar la acción de Gobierno cuando esta pretenda salirse de los márgenes que establecen nuestro Programa Máximo y demás principios fundamentales. Tenemos que recuperar nuestro espacio propio en el panorama político español, y nunca volver a vender nuestras ideas para comprar soluciones neo-liberales en las que se diluya nuestra identidad, materializada en unas lealtades que tiene que recordarnos, casi con un escalofrío, el nombre de nuestro partido. Que a partir de ahora decir Partido Socialista Obrero Español sea un orgullo, depende única y exclusivamente de nosotros y nosotras, y creo en la persona que ve en la militancia como algo más que pagar una cuota, y que por eso luchó porque todos y todas tuviéramos la última palabra a la hora de decidir quién va a liderar nuestro proyecto, porque el único liderazgo válido, es el que se construye desde abajo.

Me dejaré mucho en el tintero, pero a grandes rasgos queda aquí reflejado por qué apoyo la candidatura de Edu Madina para la Secretaría General del Partido Socialista Obrero Español.  

lunes, 16 de junio de 2014

Respuesta del ASK: ¿Qué opinas de Perez Tapias? ¿Se puede saber a qué candidatura vas a votar para el SG de tu partido?

No creo en los planteamientos rupturistas... no avalo a quien preconiza una "revolución" interna como medio de romper con nuestro pasado reciente, para recuperar de alguna manera nuestra tradición histórica. No lo hago, porque creo que la historia reciente del PSOE no ha dado de lado a su tradición histórica, sino que se ha visto diluida en él (en un balance general), lo que es totalmente normal en un proceso de evolución permanente, como lo ha sido el nuestro.

Ahora renegamos... renegamos de Zapatero porque recortó, pero también fue responsable del aumento de derechos sociales; renegamos de Felipe González, pero también ha sido muy importante en la modernización de nuestro Estado, creando tendencia... al fin y al cabo, cuando nos quejábamos de lo que desmontaba Aznar, no era de lo que había construido Suárez o Franco (o eso espero). Y renegamos de Rubalcaba, por la derrota electoral, y porque es viejo; cuando él fue el único candidato a la Secretaría General que llevaba las primarias abiertas en su programa, y fue responsable de la Conferencia Política, en la que entraron el 90% de enmiendas realizadas por Juventudes Socialistas, así que no sería un Secretario General tan malo, y tan cerrado al cambio.

De lo que he visto (no he seguido mucho este proceso interno, por exámenes), Pérez Tapias sólo se diferencia en una cosa en sus propuestas, que dice que no se presentará a las primarias, y no lo entiendo. Yo quiero apostar por alguien capaz de transformar el PSOE para transformar España. Siempre mantuve que Rubalcaba era una pieza fundamental en el proceso de modernización del PSOE, porque tenía un proyecto que me ilusionaba, porque disponía mecanismos internos de democratización de las estructuras, porque mantuvo unido nuestro poder territorial, y porque dio voz a muchas personas que presentaban alternativas a las fórmulas tradicionales de hacer política (sólo hay que ver la configuración de la ejecutiva federal saliente, y el equilibrio de responsabilidades), pero también porque era un elemento de desgaste. Rubalcaba no se iba a presentar a las elecciones ( o eso creí siempre ), y eso evitaba que otra persona se quemara antes de tiempo. Por lo tanto, ¿que Pérez Tapias quiere ser un Secretario General que encabece el cambio orgánico, pero que no protagonizará el cambio político en España? Es que eso ya lo teníamos con Rubalcaba. No quiero medias tintas, si vamos a dar el paso, démoslo con valentía.

En el PSOE tenemos un problema, con en todos los sitios, con este tipo de procesos. Es la primera vez desde 1936 que votamos directamente a la Secretaría General. Y es complejo saber quién es el mejor en clave interna... porque necesitamos a alguien capaz de imaginar un nuevo PSOE. Las primarias abiertas no son la panacea, pueden no solucionar nada, por eso hablamos de un proceso de modernización del partido, no es algo manifestado en un sólo hecho, sino un conjunto de fórmulas nuevas, que democraticen, como decía antes, las estructuras orgánicas. En mi humilde opinión, Eduardo Madina es lo que necesita el PSOE, y lo que necesita España. Para empezar por su pensamiento, por su forma de entender el partido, la sociedad, las identidades nacionales, pero también por lo que le aporta haber sido profesor de Historia, y ser el Secretario General del Grupo Parlamentario Socialista... El conocimiento que tiene de la institución parlamentaria, y de las instituciones españolas y europeas en general, además de haber estado empapado de proyectos y proyectos que el PSOE ha promovido, enmendado o vetado, y el legado que recoge de la escuela del socialismo vasco, que es muy grande, y sin el que no se puede entender el socialismo español.

domingo, 8 de junio de 2014

El sueño y la realidad

Se avecina un nuevo tiempo. Una nación parida en el 78 ha alcanzado una madurez tal que ya se siente atrapada en los límites constitucionales de una democracia pequeña y marchita. Pequeña, porque los cauces que servían para traducir las aspiraciones colectivas en el lenguaje institucional ya no son suficientes para transformar la realidad en la dirección debida, y marchita, porque recubre sus paredes y pilares una lacra mohosa que corroe sus entramados, y la debilita con un fatal resultado.

Pero se avecina un nuevo tiempo. Y ante estas circunstancias impuestas, y poco agradables, yo sólo puedo ser positivo. Puede que sea porque formo parte de un grupo de personas que históricamente se ha visto forzada a soñar con un mundo mejor... pero además, hoy en día, dadas las características socio-económicas que imperan, me veo integrado también en otro grupo de personas que, compartiendo un mucho que perder, se entiende capaz como colectivo de transformar la situación.

En los últimos 150 años de historia, en los que el tiempo ha pasado como suele hacerlo, se ha avanzado a pasos agigantados (y desgraciadamente también se dieron muchos pasos en dirección contraria), pero lo que queda claro es que hemos hecho nuestros los resultados de muchas batallas... resultados que en su día parecieron imposibles. Con el derecho, como con las leyes, pasa una cosa muy curiosa... hasta no hace tanto la Tierra era plana, y vivíamos en un Universo geocéntrico en el que el devenir histórico era producto de los designios de Dios... cualquier opción fuera de esas características simplemente no existía. Y también hasta hace no mucho, las personas tenían distintos derechos dependiendo de su etnia o de su género. Hasta hace no mucho, imaginar a mujeres votando era una locura, como en su día lo fue imaginar que entraran en el mercado laboral, entre otras cosas que ya se han asentado como lo normal, fuera de lo cual nada existe.

Estas realidades de hecho y derecho, hoy normales, en su tiempo fueron sólo los sueños de personas poseedores de una imaginación que transgredía las nieblas que separan el Hoy de un mañana no escrito, del que sólo sabían que era incierto. Hasta hace dos días se pensaba que el presente era el muro contra el que chocaba la historia, y que no había otro mañana distinto del Hoy, pero hubo personas que compartían un sueño, una ilusión, que sabían que el futuro se escribía entre todos, y que sólo podía escribirse en clave colectiva. Nadie se imaginaba en España hasta 1910 que fuera posible una representación institucional de los intereses de las clases trabajadoras, pero así fue.

Esa es la esencia que ha convertido al PSOE en lo que es hoy. Históricamente, incluso en las situaciones más adversas (que es precisamente cuanta más falta hace el socialismo), su principal labor ha sido la de poner los sueños de un mañana mejor sobre la mesa, y hacerlos realidad de manera pacífica por la vía de la acción política y sindical. La miseria que vivimos hoy no es más que el resultado, el fruto de un proceso histórico al que sólo la izquierda organizada y empoderada puede hacer frente a través de las instituciones. Por eso es tan importante el cambio interno, por eso es tan necesario recuperar el PSOE, porque será solamente así como consigamos recuperar el Estado y la democracia. Decida lo que decida la militancia en este Congreso, lo que queda claro es que la persona que salga elegida lo hará con una legitimidad de una naturaleza democrática mucho mayor, que no será más (o eso espero) que el principio de un cambio orgánico y democratizador de nuestras estructuras, para hacer del PSOE un instrumento útil de cambio, capaz de afrontar y liderar el cambio que en España se avecina, desde una perspectiva progresista y de izquierdas.

La utopía está ahí, caminemos.

martes, 3 de junio de 2014

Después de un año estudiando derecho te cambia mucho la forma en la que ves la realidad. La perspectiva jurídica es muchas veces impactante, sobretodo si pensamos en la responsabilidad de los actos. Ser adulto conlleva eso, empezar a ser responsables... y ser responsables no siempre es fácil, no siempre se puede ser responsable y elegir la opción "más bonita". Son cosas de la coherencia.

Esto, que parece una tontería, en democracia es fundamental. Incumplir una ley conlleva un atentado contra el concepto mismo de ley, contra todo el ordenamiento jurídico... y sin este marco jurídico poco nos queda. Con la llegada de los estados democráticos de derecho, y tras la entrada en las instituciones de una representación de trabajadores/as, la ley se erigió como el arma por excelencia que sostenían las clases humildes en contra de aquellas fuerzas cuya supremacía les viene dada por realidades de hecho. Los derechos son realidades jurídicas, no naturales. Por eso aquell@s que detentan el poder fáctico siguen reclamando menos Estado, menos Derecho(s).

Frente a las voces que dicen que el Estado es opresión, yo discrepo. El Estado es instrumento, es herramienta, y está en nuestras manos. Podemos cambiar una norma si no nos gusta, pero no podemos incumplirla, porque si relativizamos el marco legal, quedaremos desprotegidos frente a aquellas personas para las que nuestros derechos son un impedimento para lograr sus fines. Si el Estado es injusto, transformémoslo, hagámoslo nuestro. También genera responsabilidad no hacer nada por transformar la realidad cuando tenemos el poder (y el deber, a mi modo de verlo) de cambiar las cosas.

jueves, 29 de mayo de 2014

"En unas elecciones siempre gana la democracia, pero..."

Así empezábamos una nutritiva conversación con compañeros de Juventudes Socialistas sobre los resultados de las elecciones europeas. Y en efecto... siempre que se celebran elecciones, y se da a la gente el poder de cambiar las cosas, está ganando de manera tácita la democracia (no hace mucho que esto era un sueño imposible de lograr). Pero leyendo los resultados... bueno, digamos que abrimos el debate a interpretaciones en las que la democracia no sale precisamente bien parada.

En España perdió el sistema. Estaba claro. Estamos tod@s cansados de esta situación, porque lo pasamos muy mal, económicamente y en cuestión de derechos sociales que ya se echan de menos... y porque todo esto tiene una razón: el sistema se nos ha quedado viejo, desgastado, oxidado. Ya no vale, puede que sea porque las realidades fácticas son intratables desde este modelo, o también está la cosa de que hemos madurado democráticamente (a pesar de que nos falte recorrido para muchas fórmulas). Exigimos mejores políticas, pero exigimos también que se cuente más con la gente. 

El Parlamento Europeo comparte el poder legislativo con el Consejo (presidentes/as), pero siendo la institución más democrática de la Unión, no es la que ocupa la supremacía en cuestión competencial a la hora de legislar... y eso es un problema. Que el Consejo tenga tanto poder es como acelerar con el freno de mano puesto. Porque los Estados construyen el Derecho Internacional, pero el Derecho de la Unión no es Internacional... y necesitamos que sea la gente, representada por personas elegidas directamente por nosotr@s, la que construya este proyecto europeo.

Estas elecciones eran idóneas para pedir esto, y hemos perdido la oportunidad... porque no sabemos pensar en clave europea... porque nadie nos enseña. ¿Qué más da que el programa del PSOE sea bueno si nadie sabe para qué sirve la Unión Europea? La derecha, que tradicionalmente controla los medios de producción de opinión (que no información) ha introducido muy bien el mensaje de que la Unión es muy mala, que sólo sirve para irrumpir en la buena acción de los gobiernos nacionales, y que todo esto es su culpa, no la nuestra. Y los partidos democráticos (los que no son el PP y creen en Europa, que no son muchos), no se han esforzado suficiente en dar publicidad a lo que hacen y dejan de haber los parlamentarios y parlamentarias de la eurocámara (muchos porque tienen algo que esconder).

Las reglas de hierro del marketing (también aplicadas a la política) perpetúan situaciones de hecho en vez de centrarse en transformar la realidad. Si Europa no atrae al electorado, no se habla de Europa, que hay mucho de lo que hablar y ya elegimos... pero con cada elección llega el coste de oportunidad (de esos polvos...), y la oportunidad que nos ha costado ha sido esta: incidir en el proceso de democratización de la Unión y reclamar el poder que nos pertenece. Y ahora nos toca aguantar 5 años más de avanzar con el freno de mano echado... y yo no sé mucho de coches, pero sé que la maquinaria tiene un límite si se utiliza en esas circunstancias. ¿Y ahora qué pasará entonces? ¿Se nos romperá la Unión? Ver veremos a dónde llegan (estaremos pendientes de la elección de la presidencia del gobierno de la Unión).

Pero no todo son malas noticias. Yo es que soy muy optimista, y aunque hayamos perdido esta gran oportunidad de transformar Europa... nos llega la oportunidad de transformar el Partido Socialista. Como decía antes, hemos madurado democráticamente, y ya no nos vale el actual modelo, porque queremos democracia representativa, pero la queremos realmente representativa... Ahora a la dirección federal le toca tomar una decisión, seguir tal y como está, con una fórmula que la ciudadanía ha rechazado en estas elecciones; o por el contrario, darle el poder a quien realmente ha de detentarlo... a la militancia, el valor más importante de este partido (y de cualquier formación política). Y es que igual que pienso que el mundo no progresará ni la mitad si la Unión no es la luz que guíe; pienso que el sistema político español no evolucionará si el PSOE no lo hace.

En la lectura nacional queda claro que la gente ha dado la espalda al actual sistema, y sólo tenemos una opción: CAMBIARLO. Pero que cambie en la dirección en la que la sociedad lo demandamos. Queremos más transparencia, más democracia, y menos corrupción. Y urgen cambios profundos en nuestro derecho. ¿Qué haremos con la Ley de Partidos? Porque debería ser mucho más intervencionista y exigir que se articulen esas fórmulas de democracia orgánica... y se deberían prohibir no sólo los partidos que no funcionen de manera democrática, sino también los que su ideario sea racista, xenófobo, o incite al odio en cualquiera de sus formas. ¿Qué haremos con la Ley Electoral? ¿No sería interesante dar más voz a las minorías (sin perjudicar la gobernabilidad)? ¿Qué haremos con el Senado? Porque o se transforma en una cámara territorial o aquí no sirve de nada un eco del Congreso. ¿Qué haremos con la corrupción? ¿Por qué no se introducen tipos especiales y agravados para los delitos de corrupción? En fin, no sigo, porque ya queda clara mi posición. Ya hablaremos largo y tendido de esto.

Lo que quiero decir es que hemos perdido en Europa (y puede que hayamos perdido Europa), pero ahora tenemos que estar por ganar lo que es nuestro por naturaleza... recuperar el poder que legítimamente nos pertenece para que nuestra voz se escuche en las instituciones. Y en eso tenemos que estar l@s que participamos en el PSOE, en liderar a la sociedad de nuestra respectiva zona, contando siempre con las preocupaciones de las personas, haciendo propuestas valientes que nos conviertan en quien algún día fuimos, el partido que perseguía la utopía... y la convertía en realidad.

De esta crisis se sale empoderados... o no se sale.

jueves, 22 de mayo de 2014

Respuesta a pregunta del ASK: ¿Cuáles crees que son las diferencias más releventas entre comunismo y socialismo?

Imagino que decimos entre comunismo y socialdemocracia. Lo que es bastante complicado, porque existen varios tipos de comunismo... lo simplificaré todo mucho.

Ambas coinciden básicamente en el análisis marxista de la situación (materialismo dialéctico y materialismo histórico). Ambas parten de la base de que existen varias clases que se engloban simplificando en CLASE TRABAJADORA y BURGUESÍA. La burguesía es una minoría que detenta la propiedad privada de los medios de producción, y por poseer dicha propiedad, consiguen ya sea de manera ilegal o legal, concentrar la riqueza en sus manos. La clase trabajadora es una mayoría explotada al servicio de los primeros, porque para que los primeros puedan reunir esa riqueza, utilizan el trabajo de éstos como mercancía. Entre estas dos clases existe una continua dialéctica, es decir: sus intereses son irreconciliables; porque los intereses de la burguesía (acumulación de la riqueza) van en contra de los intereses de los trabajadores (condiciones materiales que favorezcan una vida digna).

Bien, por lo tanto la finalidad es conseguir una igualdad efectiva entre seres humanos.


El comunismo propone métodos subversivos. Hacer la revolución, para arrebatar la propiedad de los factores de producción y nacionalizarlos. Con esta nueva propiedad pública, se aseguraría que la producción fuera repartida equitativamente entre tod@s, y se entraría en el sistema de la dictadura del proletariado (y aquí entro en el campo de la opinión personal). La dictadura es un mal menor, porque si el capitalismo existe desde que existe la propiedad privada, quiere decir que llevamos muchos siglos de capitalismo, y el capitalismo no es solo un modelo económico, es una superestructura que ejerce influencia de manera transversal en la vida pública y privada de las personas, por lo tanto, urge reeducar a la sociedad, para acostumbrarla a un nuevo modelo de autogestión por el que el Estado pueda ser erradicado, y la sociedad viva sin clases, y por lo tanto sin opresión.

La socialdemocracia tiene muchos postulados también, pero simplificaré. Dentro del amplio marco de la izquierda, la socialdemocracia es una ideología reformista, porque en su base está la idea de que el cambio vendrá por medio de reformas pacíficas que la sociedad irá haciendo suyas poco a poco. Es una ideología revisionista: parte de la filosofía marxista y engeliana, pero "revisa" este pensamiento porque, en opinión de Eduard Bernstein, existen fallos en la concepción (demasiado purista, y simplista en ocasiones), que hacen que la aplicación del comunismo no sea el mejor camino para lograr sus fines.

El Estado es un aparato que históricamente se ha utilizado para gobernar la economía, y como las clases trabajadoras nunca habían tenido acceso a la cultura y a la educación, debido a que le habían sido negadas sistemáticamente unas condiciones materiales óptimas para desarrollar plenamente su personalidad (porque esto pondría en peligro la hegemonía de la clase detentadora del poder), el Estado siempre había sido utilizado en favor de los intereses de esa minoría poderosa.  Pero, los socialdemócratas pensaban que el Estado era algo distinto de las clases, y que podía ser utilizado por cualquiera en favor de sus intereses. Por eso, cuando aparecen ciertos líderes entre las clases trabajadoras (Pablo Iglesias en España), se decide que es el momento de educar a las masas, porque es mediante la educación como se sale del estado de alienación, se toma conciencia de clase y se desarrolla la personalidad (leer a Giner de los Ríos). Es en estas circunstancias en las que la izquierda reformista decide trasladar la lucha de clases a las instituciones políticas (a los parlamentos), porque sería mediante la acción política y sindical, a través de las cuales se conseguiría crear leyes que protegieran nuestros intereses de clase, y dotar a esta de unas condiciones materiales que les permitieran desarrollar plenamente su vida, acceder a la cultura, a la educación, a la política e incluso a la propiedad de empresas privadas. Hoy en día el Estado ha evolucionado de tal manera que ahora es Social y de Derecho. A partir del S XIX, se empiezan a unificar las economías nacionales, y se empiezan a recoger impuestos para que los Estados pudieran proveer de servicios como la sanidad o la educación, públicos y de acceso universal garantizado a tod@s independientemente de sus condiciones socio-económicas.

En conclusión: Mientras que el comunismo es subversivo y revolucionario, la socialdemocracia es legalista y reformista. 

jueves, 10 de abril de 2014

El Sáhara Occidental

El Sáhara Occidental es una región que limita al Norte con el Reino de Marruecos, al Sur con Mauritania y al Este con Argelia, y su historia no se debería olvidar nunca, porque tiene un presente ciertamente duro. Constaba como provincia española hasta 1975, cuando España decide que va a proceder a eliminar su presencia en la región mediante una Ley, un anuncio al Secretario General de las Naciones Unidas, y un acuerdo secreto a tres partes con Marruecos y Mauritania denominado "Acuerdo de Madrid", por el que España pretendía transferir la administración a estas dos potencias que en su momento disputaban el territorio. Las potencias administradoras de territorios no autónomos como el Sáhara Occidental tienen el deber de velar porque los pueblos que la habitan se expresen democráticamente para que sea el mismo pueblo el que decida sobre su futuro político, este es el famoso Derecho a la Libre Determinación de los Pueblos del que estos días hablan tanto algunas políticas y políticos de Catalunya. Está claro que ni Marruecos ni Mauritania tenían estas pretensiones, ya que ambos habían interpuesto un contencioso territorial en la Corte Internacional de Justicia (máximo órgano jurisdiccional de la ONU), reclamando títulos sobre el territorio del Sáhara que, según las partes, les correspondían desde tiempos inmemoriables. La Corte Internacional dejó claro que esto no era así, y que el Sáhara Occidental era un territorio no autónomo administrado por España, que contenía pueblos (muchos de ellos nómadas) ya estructurados y organizados. También en 1975 se da el fenómeno de la "Marcha Verde", una movilización del Reino de Marruecos de una cantidad masiva de población civil y efectivos militares hacia el territorio saharaui para comenzar lo que hasta hoy es una ocupación ilegal, asunto que dificultó notablemente la creación de un censo para la celebración del referéndum. Por otro lado Marruecos ha cambiado el nombre de varias ciudades como la capital El Aaiún, fundada por españoles, para que pase a ser Laâyoune, en francés

Nadie vive así por gusto.


Desde entonces hemos vivido episodios terribles de una omisión de deberes por parte de España. Episodios de detenciones ilegales, de entradas en domicilios privados y fuerzas pro-marroquíes que se llevan a jóvenes, de violaciones de mujeres y niñas, de habilitación de escuelas de secundaria y campos de fútbol para contener a saharauis retenidos (¡CAMPOS DE FÚTBOL!), de desapariciones, y apariciones de cuerpos enterrados en fosas comunes, a parte de los exiliados, porque en el desierto del Tindouf (Argelia) hay entre 100.000 y 200.000 refugiados saharauis en campamentos. A nuestros oídos llegan informaciones sesgadas y en cuenta-gotas, lo propio en dictaduras totalitarias y regímenes absolutistas (el monarca alauí es césar y papa). Muy pocas agencias de noticias informan sobre este conflicto. Un ejemplo de ello son las cifras de muertos que aparecen publicadas con cada levantamiento de campamentos. Por un lado tendremos las informaciones oficiales de Marruecos, que las cuentan en decenas (si eso), y por otro a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y al Frente Polisario, que hablan en cientos y miles, además de los testimonios de personas exiliadas y observadores internacionales. Marruecos se lleva negando un tiempo a que las Naciones Unidas, a través de la MINURSO (Misión de las Naciones Unidas para el Referendum en el Sáhara Occidental), aumente sus competencias y pueda velar por el cumplimiento de los Derechos Humanos en el territorio, ¿por qué será? Muy pacífico todo, a que sí. Nos encontramos ante una situación en la que un Estado pretende ocupar un territorio, y para hacerlo asesina y recluye en campos de concentración al pueblo que ahí vive. 

¿No recuerda a algo?


España mientras tanto mira hacia otro lado, de hecho encontramos desde el silencio hasta a ministras de exteriores con la invención asesina de proclamar a Marruecos como "potencia administradora de facto", concepto que no existe, España es la única potencia administradora del territorio, y quiera o no, tiene el deber de conducir al pueblo saharaui a ejercer su libre determinación. Ningún gobierno ha dado la cara por un pueblo oprimido cuyos derechos están siendo vulnerados sistemáticamente. Negamos la ayuda diplomática a nuestros nacionales, seguimos dando largas a la convocatoria de un referéndum para acabar con esta situación, y no sólo no apoyamos materialmente al pueblo saharaui, sino que permitimos la venta de material de defensa de doble uso (material civil que puede ser usado con fines militares) y armas convencionales al Reino de Marruecos, incumpliendo nuestra ley y el derecho internacional. El Reino de España se lucra con la violencia de Derechos Humanos, y financiamos la guerra sucia, pero no sólo España, también lo hace la Unión Europea como tal, que a través de las instituciones comunitarias celebran y renuevan acuerdos en materia pesquera con Marruecos para explotar los recursos marinos de la plataforma continental del Sáhara Occidental sin darle al Sáhara ninguna remuneración. Entre China, Rusia y España se está acabando con la biodiversidad marina del Sáhara Occidental, y si lo hacemos sin ningún tipo de sostenibilidad es porque no tenemos en cuenta que el pueblo saharaui ha de tender a su independencia, ¿de qué recursos van a vivir cuando llegue (si llega) este momento? Si por un lado tiene la pesca insostenible y por otro lado la sobreexplotación de recursos minerales en el territorio, y todo ello con la oposición de la RASD, su legítimo representante.

Hay mucho por lo que quejarse, por ejemplo:

¿Hasta dónde va a llegar esto? ¿Cuánto tiempo más vamos a seguir legitimando y financiando el genocidio de un pueblo con el que España está generando una deuda moral colosal? ¿Cuánto tiempo más vamos a seguir cerrando los ojos? Esta situación merece la movilización de la sociedad española, tenemos que decir que no podemos seguir manteniendo al régimen asesino de la monarquía alauí. No pueden valer más las amenazas del Reino de Marruecos con el control de la inmigración y el narcotráfico. El pueblo saharaui merece una respuesta clara y tangible de la política occidental de apoyo definitivo que les conduzca a expresar su libertad y liberarse por fin del yugo de la colonización en el S. XXI.

Levantemonos juntos ¡por un Sáhara libre!