Compañeros y compañeras... estamos aquí reunidos para decir lo que es obvio, para repetir lo que una y otra vez se nos ha dicho, pero nuca quisimos escuchar, porque puede que los latigazos nos taparan los oídos. El PSOE necesita un cambio porque España lo necesita. Llamémoslo X, o "Shock de modernidad", pero llamémoslo y tengámoslo siempre en la cabeza. ¿Por qué tiene que cambiar el PSOE? Porque el PSOE tiene que cambiar España. No por otra cosa, no porque el PSOE... no, no. Por España, por los españoles y las españolas. Concretamente por las personas que peor lo pasamos, por las clases más humildes.
Atendiendo a las circunstancias del hecho y del autor, sabiendo que lo hemos hecho mal, y que de mal fuimos a fatal, no dejemos que nuestras casas del pueblo queden decoradas con repeticiones incesantes del palabro "REDRUM" por nuestras paredes, porque no se trata de volvernos locos, ni de disparar al aire. Es mucho más simple, se trata de conectar. ¿Cómo plantearemos propuestas valientes y concretas para solucionar problemas graves de la sociedad? Conectando. Y para conectar, y recuperar la confianza de las personas a las que hace 3 años dimos la espalda, necesitamos a alguien concienciado de que lo que necesitamos no es más penitencia, ni caminar a la deriva por el desierto, ni más referencias bíblicas, porque os diré que si el final de Moisés es no entrar en la Tierra Prometida, oye, Rubalcaba se acaba de ir a la Complu, y nadie sabe si ha hablado con una zarza en llamas, pero de algún sitio tuvo que sacar el texto de la Conferencia Política, ¿no? Vuelvo a lo mío, alguien que conecte. Y para conectar, en política se necesita cierta identificación... si queremos que la política atraiga a los jóvenes, la mejor solución no será que el representante o la representante del PSOE parezca un general retirado que acaba de pasar la polio, querremos a alguien joven, pero sobretodo joven de espíritu, esto es: capaz de hacer política joven y refrescante que dé un vuelco a las maneras tradicionales de ejercer nuestra tan loable, y tan desacreditada, actividad de representación pública.
Madina pasa con satisfacción la primera prueba, que es la de las primeras impresiones, la que entra por los ojos, pero que es, desgraciadamente, una de las más importantes a la hora de esquivar con la soltura requerida unas barreras comunicativas que bloquean nuestro discurso antes de llegar a su destinatario. No nos pueden ofrecer ninguna confianza si no escuchan nuestras ideas traducidas en propuestas, pero la culpa de que no las oigan no es más que nuestra. Para eso necesitamos a un candidato que entre por los ojos, pero no sólo vale con eso, evidentemente.
En estos momentos, lo que el PSOE necesita es alguien capaz de entender la trayectoria del PSOE en términos históricos. Necesitamos a alguien que pueda poner en valor los principios con los que un señor muy humilde y trabajador, hace ya más de 135 años, empezó a combatir las ideas reaccionarias de su tiempo, pero que lo pueda hacer sin desdeñar tampoco lo que recientemente hemos sido, lo que hasta hace nada también nos definía, y a la vez, saber que nuestra historia no puede avalarnos por siempre, y que nadie esperará eternamente la respuesta de quienes deben responder, no sin decepcionarse. Mirar atrás no nos puede servir para llorar nuestros pecados, ni para recrearnos en nuestros logros, sólo nos puede servir para aprender de los primeros, y nunca repetirlos, y motivarnos con los segundos, para seguir trabajando con las ideas de justicia, igualdad y solidaridad que los inspiraron.
Consigamos que el PSOE vuelva a ser ese instrumento útil para la canalización de voluntades colectivas en pos de una auténtica transformación de la sociedad, con el fin de instaurar un proyecto socialdemócrata en nuestro Estado. Para eso es necesario articular procesos que faciliten que las demandas de la sociedad asciendan con fluidez desde las bases hasta los órganos de decisión, y para ello habrá que reducir también la distancia existente entre unos y otros, ¿cómo? Implantando un sistema por el cual los elegidos tengan la obligación de rendir cuentas a los electores. Los militantes y las militantes merecemos saber qué pasa, y por qué se toman las decisiones que se toman. Transparencia y comunicación son elementos necesarios para que exista una auténtica relación de confianza entre la Secretaría General y la militancia.
Un PSOE fuerte que no quede anulado cuando mande a una persona a presidir el Gobierno. Una de las razones por las que el PSOE tiene que instrumentar esos cambios orgánicos de democratización de las estructuras, es para que ejerza de garante y protector de los compromisos que el Gobierno adquiera con la sociedad a través del programa electoral. El Partido tiene que ser capaz de rectificar la acción de Gobierno cuando esta pretenda salirse de los márgenes que establecen nuestro Programa Máximo y demás principios fundamentales. Tenemos que recuperar nuestro espacio propio en el panorama político español, y nunca volver a vender nuestras ideas para comprar soluciones neo-liberales en las que se diluya nuestra identidad, materializada en unas lealtades que tiene que recordarnos, casi con un escalofrío, el nombre de nuestro partido. Que a partir de ahora decir Partido Socialista Obrero Español sea un orgullo, depende única y exclusivamente de nosotros y nosotras, y creo en la persona que ve en la militancia como algo más que pagar una cuota, y que por eso luchó porque todos y todas tuviéramos la última palabra a la hora de decidir quién va a liderar nuestro proyecto, porque el único liderazgo válido, es el que se construye desde abajo.
Me dejaré mucho en el tintero, pero a grandes rasgos queda aquí reflejado por qué apoyo la candidatura de Edu Madina para la Secretaría General del Partido Socialista Obrero Español.
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