lunes, 13 de mayo de 2013

Mi experiencia en la Escuela de Formación de la Fundación Tomás Meabe




      Este fin de semana en JSAsturias hemos cogido el coche, y nos hemos recorrido una vez más las carreteras de este país llamado España en dirección a Zaragoza, donde la Fundación que tiene el nombre del célebre fundador de las Juventudes Socialistas de España, Tomás Meabe, celebraba una escuela de formación con charlas, debates y talleres.

      A las 15.00 salimos de Asturias con los bártulos y con bastante vergüenza por la falta de confianza entre las 5 personas que integrábamos el auto. Con el tiempo, esa vergüenza se fue convirtiendo en una continua risa que amenizó el viaje de 6 horas hasta la Ciudad del Viento. Ya aterrizados, fuimos al albergue donde nos esperaban compañeros/as de todas partes de España, de donde fuimos directamente a disfrutar de una cena esperada tras tremendo viaje. Cenamos, y el siguiente paso fue ir a conocer el ambiente nocturno de Zaragoza, donde ya nos pusimos en contacto con la gente, compartiendo ideas, debatiendo, hablando de los problemas que tenemos en cada comunidad autónoma y los logros alcanzados por nuestro gobierno presidido por Javier Fernández, que también hay que fardar de lo nuestro.

      Fue el día siguiente, el sábado, cuando comenzó propiamente la escuela de formación. Abierta por tres pequeñas intervenciones de Diego Piñeiro, Secretario General de JSAragón, María Márquez, vicesecretaria general de JSE y Leire Iglesias, presidenta de la Fundación Tomás Meabe. Tras ello, Juan Ramón Ferreira, secretario de organización de JSE, presentó lo que tantos y tantas esperábamos, la charla y posterior debate de Patxi López titulada “los retos de la democracia ante la actual crisis institucional y política”. En la primera parte, el que fue lehendakari de Eukadi, habló de temas de actualidad que se tratan tanto dentro como fuera del PSOE. Con una convicción de valores y experiencia, Patxi López dejó claro su posicionamiento abordando cada tema desde diferentes puntos de vista para dejar a entender que el debate largo y tendido es necesario a la hora de tomar grandes determinaciones. Y no podría estar más de acuerdo con esto. Sobretodo ahora, cuando España necesita respuestas rápidas, el PSOE no puede que caer en la demagogia de lo fácil. Como llevamos repitiendo desde las elecciones generales que nos comunicaban la pérdida de credibilidad por parte de la sociedad, nadie tiene una barita mágica para solucionar esto. Y es precisamente el PSOE el que tiene que calmarse y pensárselo todo muy bien antes de hacer una locura, porque en palabras de López “no existen fórmulas que sean más democráticas que otras a priori, es su regulación y sus consecuencias las que las hacen ser más o menos democráticas”. El discurso iba, como no podía ser de otra manera, en la dirección de la cruda autocrítica. Un auténtico ¿Quiénes somos? Seguido de un ¿En qué nos hemos convertido? Pero siempre desde una perspectiva de intención de mejora, una crítica constructiva para construir un mejor PSOE enmarcado en una situación de continuos y radicales cambios que ha de ser lo que es un partido, un mecanismo que sirva para dar respuestas eficientes y efectivas a la ciudadanía; porque ser de izquierdas es “tener una posición ética frente a las injusticias, compadecer el dolor ajeno, ser la voz de quienes no la tienen y defender la igualdad de oportunidades”, y tenemos que reconocer que el PSOE, al igual que muchos otros partidos de izquierda, abandonó prematuramente la defensa de los derechos, olvidándose de que, a pesar de la importancia que supone garantizar la libertad de su ejercicio, también hay que blindarlos, y más aún en un país con una derecha como la que representa el Partido Popular. El secretario general de los socialistas vascos a incidido en que el Partido Socialista no está sólo, sino que está acompañado de muchos otros partidos socialdemócratas en Europa, y en este sentido, hemos de avanzar a que el PSEuropa sea un partido europeo, y no una confederación de partidos nacionales, con un discurso sólido y que sea eficiente para los ciudadanos. Por ello, cree Patxi que es importante señalar que para las elecciones europeas que están a la vuelta de la esquina, los socialistas y socialdemócratas europeos presentaremos por primera vez un único candidato.
      Dentro de estas autocríticas, que lejos de ir encaminadas a culpar y desmoralizar, tomaban cariz de revulsivo para proponer alternativas de futuro, Patxi López criticó la falta de comunicación que existe entre el PSOE y la ciudadanía que es de carácter bidireccional. Por un lado, una ciudadanía cansada de unos políticos a los que culpa de la situación actual, y por otro lado, nuestro partido, que parece que saca una gran idea, como es la reciente propuesta para reactivar el empleo y estimular la economía, y que tras un día de publicitar nos cansamos y la dejamos meses y meses en un cajón de Ferraz cogiendo polvo. Esto tiene que cambiar de inmediato; si la gente no quiere escucharnos, lo que tenemos que hacer es hablar más alto, y repetir nuestras propuestas hasta que nos cansemos. ¿Cuántas veces hay que dar a un clavo con el martillo para clavarlo? Muchas, y esa ha de ser nuestra filosofía, la de la perseverancia y la paciencia. En palabras de Patxi “Este país necesita como nunca un Partido Socialista fuerte, con capacidad de respuesta. A esto nos tenemos que dedicar, a recuperar la cercanía.” Y le dedicó un espacio en esta charla a las Juventudes Socialistas, que yo añado un punto de autocrítica como integrante de esta organización. Las juventudes socialistas tenemos que estar en la calle más que nunca, sin desdeñar el trabajo de despacho, y los logros que hemos conseguido en diferentes negociaciones, tenemos que recuperar trabajo pancartero. Más que nunca tenemos que ser los primeros en las manifestaciones, y si podemos, los más numerosos. ¿Por qué? Por simples razones: La juventud es el colectivo más solidario que existe a la hora de manifestarse, por el tiempo libre del que disponemos, por la vitalidad, y porque todo afecta directa o indirectamente a nuestro futuro. Y en manifestaciones como la acaecida hace una semana por la Educación Pública, y en contra del desmantelamiento de la misma que pretende el Gobierno de España, tenemos que estar más que en ninguna otra. Porque si nosotros somos los que más hemos estado allí defendiendo a los estudiantes en las negociaciones, no es justo que otros se lleven las flores porque nos dé pereza salir a las calles. Y porque, volviendo a la charla de Patxi López, tenemos el deber de abrir camino al PSOE en las calles, dando a conocer nuestras propuestas e ideas, aunque, ¿por qué no decirlo? Tenemos que ser vanguardia, y de vez en cuando tendremos que enfrentarnos al Partido, porque ante todo tenemos que ser la fuerza regeneradora del partido y de la política. Aprovechando esto, una compañera preguntó durante la parte del debate, que qué opinaba sobre la propuesta de las Juventudes Socialistas de la campaña “Nuevo Papa nuevas normas” que proponía replantear el concordato con la Santa Sede para que la Iglesia se autofinancie y nos permita destinar el dinero dado a esta institución a asuntos más importantes, ya que estos 6.500 millones de euros triplican, por ejemplo, el presupuesto del Ministerio de Educación, y que si el partido va a asumir esta propuesta o, como dijimos, tendremos que salir a la calle a recoger firmas para una Iniciativa Legislativa Popular. La respuesta de Patxi fue clara, contundente y aliviadora: La haga o no la haga suya, vosotros id saliendo ya y pedid esas firmas.
      Decía antes, que buena parte de esta crisis, se podría empezar a arreglar desde arriba, desde Europa. En cambio, la crisis institucional y política que atraviesa el PSOE tiene que arreglarse desde abajo. Como bien sostuvo el ex lehendakari, “el PSOE por los gobiernos de España pasa, pero en los ayuntamientos es”. Se necesita más municipalismo, y admitir que el problema del PSOE no está en quién será o no será secretario o secretaria general del partido a nivel federal. La solución es sin duda dinamizar las casas del pueblo, para que sean precisamente eso: casas del pueblo. Animar la actividad en las agrupaciones municipales, dando un servicio a la comunidad. López puso el ejemplo de que en otros tiempos, en las Casas del Pueblo se enseñaba a leer, pero dada la falta de necesidad de eso, hoy día en la provincia de Huelva, las Juventudes se ofrecieron a dar clases particulares. El resultado fue una demanda de más de 400 personas acudiendo a las casas del pueblo para beneficiarse de este servicio que los compañeros y compañeras daban sin esperar nada a cambio. En Egaz, Euskadi, las Juventudes Socialistas celebran todos los jueves debates a los que puede asistir quien quiera. Y en otras muchas agrupaciones, cada año en Navidad se recogen juguetes para dárselos a los desfavorecidos, o libros para aquellos que no pueden comprar el cada vez más caro material escolar y tampoco reciben las cada vez más escasas becas escolares. Y la recuperación del partido, pasará irremediablemente por este aumento de la actividad municipal, porque eso es lo que le importa a la gente, que les ayuden en su día a día, y no los debates orgánicos, que ojo, tienen que existir, pero jamás comerle terreno a lo realmente importante.

      Hay que aceptarlo, el socialismo afectivo de la noche anterior nos había dejado un poco cansados, pero tras comer un poco y recuperar fuerzas asistimos a otra charla. Esta titulada “¿Justicia accesible e igual para todos?” tenía como ponentes a Margarita Robles, vocal en el Consejo General del Poder Judicial y magistrada en el Tribunal Supremo y Julio Villarrubia, portavoz de justicia en el Grupo Parlamentario Socialista del Congreso de los Diputados. Estas intervenciones señalaron continuamente a un gobierno que quiere hacer de su opinión moral, la ley; y para hacer esto acabarán con lo que sea. Derechos conseguidos por leyes socialistas como han sido el del aborto, el del matrimonio hoy se ven amenazados, pero también otros de igual o mayor importancia como el del acceso efectivo a la justicia. Se señaló a un gobierno que no solo roza la anticonstitucionalidad con algunas de sus leyes, sino que la transgrede violentamente junto a principios morales que deberían ser intocables. Un gobierno que quiere perseguir a sindicatos y acabar con las negociaciones colectivas de los trabajadores para dar libre albedrío a directivas que únicamente piensan en el beneficio económico. Un gobierno que no cree que las mujeres, o los homosexuales merezcan los mismos derechos que el resto de personas. Un gobierno que está dispuesto a arrasar costas y paraísos naturales sólo para sacar dinero, cuando ya demostramos y seguimos demostrando que hay muchas otras maneras de conseguir ingresos. Y siento no poder hablar más en profundidad de las intervenciones de tan magistrales ponentes, pero el lenguaje legal se me escapa de las manos.

       Finalmente, asistí a un taller sobre una de las herramientas y estrategias del PSOE para la acción electoral, en una situación en la que tenemos que replantearnos las técnicas usadas durante las campañas electorales, en el que el perfil del votante ha cambiado y los cauces de publicidad de nuestras ideas se han modernizado a una velocidad imparable.

      Después tocaba un poco más del famoso socialismo afectivo, así que tras pasar a descansar un rato en el albergue, nos preparamos para salir por las bonitas calles del Casco Antiguo de Zaragoza, cenar un poco y salir a hablar, conocernos y, en definitiva, unir más y más las federaciones que conforman la organización, para crear el sentimiento de unidad que necesita y define a Juventudes Socialistas de España.

      Al día siguiente, al medio día, la Secretaria de Bienestar social y sanidad Saray Noguer daba las conclusiones de las jornadas. Seguida por Nino Torre, Secretario General de las Juventudes Socialistas de España, que sacó de dentro un discurso lleno de emoción y ganas de seguir trabajando en esta organización, y una última intervención que hizo el siempre atento a las exigencias de JSE, Óscar López, secretario de organización del Partido Socialista.

      ¿Mi conclusión? Mi conclusión es que somos una organización fuerte, seria y decidida, de jóvenes dispuestos a trabajar por la sociedad y por el Partido Socialista. Que tenemos vitalidad, que tenemos los ideales aún puros, y que siempre que se quiera contar con nosotros, ahí nos tendrán en cada agrupación municipal, trabajando por dinamizar la actividad en nuestros pueblos, barrios y ciudades, para dar una respuesta real y efectiva a los problemas que hoy día nos golpean a todos y todas. Que si hay tantas otras organizaciones políticas jóvenes intentando echarnos de manifestaciones, o tildándonos de borregos en los medios de comunicación, es porque algo se mueve dentro de Juventudes, y es algo que en algún momento eclosionará. Somos juventudes, somos socialistas, y por lo tanto somos elemento transformador de una realidad que tristemente nos ha tocado vivir, y que trabajaremos al máximo de nuestras posibilidades por cambiar.

      Fuimos 5 personas en aquel coche; al volver éramos 5 compañeros, de eso se trata JSE.

Un joven y cordial saludo socialista. 

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