jueves, 3 de octubre de 2013

SOBRE REFORMA DE LA LEY ELECTORAL ASTURIANA

Me parece un error que el voto valga lo mismo independientemente de dónde vivas, y procedo a explicar mis razones, y a ver si puedo convencer a alguien.

Actualmente, Asturies se divide en tres circunscripciones: Occidental, Central y Oriental.

La Circunscripción Central, con datos del 2011, tenía censados/as 739.323 votantes.
La Circunscripción Occidental, 105.993
La Circunscripción Oriental, 65.271

Es decir, que entre las dos circunscripciones laterales tenemos 171.264, tienen menos de una cuarta parte de personas censadas que en la Central.

¿Tienen el Oriente y el Occidente de Asturies las mismas necesidades económicas y sociales? No, y mucho menos las compartirán con la central. Las diferencias son muy amplias. Y aunque los diputados y diputadas representen a Asturias vengan de dónde vengan, comprenderéis que si eres de Xixón tirarás más por Xixón, y si eres de Navia, tirarás más por los intereses de los y las naviegas, y no es malo, pero el sistema tiene que regular que ese sentir sea beneficioso para todas las regiones.

Precisamente ahora, cuando la ciudadanía pide una mayor cercanía con sus representantes, no podemos llevar a cabo esta medida, porque acabaría con una representación mucho mayor, innecesaria a esa escala en mi opinión, de la zona central, cuando el oriente y el occidente asturianos van perdiendo gente por el éxodo rural y el exilio económico. Hay que cambiar esta Ley Electoral, pero no en este sentido, y acompañarla de otras reformas, como ir quitando espacio a la disciplina de voto de los grupos parlamentarios, para que diputados y diputadas puedan representar mejor a las personas que depositaron su confianza en su proyecto.

Más allá de que creo que esta ley no se puede reformar con una mitad+1, sino con la unanimidad de la cámara, o una mayoría cualificada que dote a la reforma de estabilidad ante los cambios políticos que puedan ir surgiendo, creo que acabar con las circunscripciones es un error, y un retroceso en el camino de la representatividad efectiva, que es precisamente uno de os reclamos sociales, y razones de la crisis institucional que vive nuestro país.

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